La
Federación Asperger España (F.A.E.), ante la aprobación de la reforma
educativa del Ministro de Educación del actual Gobierno de España,
conocida como Proyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad de la
Enseñanza – LOMCE –, desea comunicar su preocupación por las
consecuencias que conllevará su implantación
para los/as alumnos/as con necesidades educativas especiales o de apoyo
educativo, especialmente aquellos que, como ocurre con el Síndrome de
Asperger y otros Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), no tienen
retraso cognitivo pero sí presentan una discapacidad social o de la
comunicación a menudo “invisible”.
En nuestra opinión, la
nueva propuesta supone un retroceso en cuestiones tan importantes como
la equidad y formación integral de los niños y jóvenes con diversidad
funcional, y sigue haciendo invisible a un sector muy importante de la
población. El proyecto de la LOMCE no sólo les aparta todavía más de los
centros ordinarios y de los itinerarios considerados de “éxito”, sino
que también ignora el artículo 24 de la Convención Internacional sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad y la propia Constitución
(artículo 27.2). La educación inclusiva exige a la sociedad que eduque a
sus hijos/as en el respeto a la diversidad, necesidades y aptitudes,
características y expectativas de aprendizaje de todos los alumnos, poniendo gran énfasis en lo que la diversidad aporta a todos los demás: la
inclusión no beneficia únicamente al alumno con diversidad, sino a todos
los alumnos. Los niños con diversidad aportan y mucho a nuestro sistema
educativo, y para conseguir esto hay que diseñar obligatoriamente leyes
educativas inclusivas.
Considerando que el sistema educativo
debe velar por la calidad y la equidad del alumnado, creemos que el
fomento de la competitividad y los dones (los discutidos “talentos”) tal
y como se recoge en la LOMCE, nos alejan en gran medida de la igualdad y
el respecto a la diversidad neurológica y de capacidades, para fomentar
la divergencia y la segregación del alumnado que, aun teniendo talento y
capacidades de sobra, no alcanza el rendimiento académico esperado
cuando éste se valora en base a conceptos como “éxito”, “fracaso”,
“empleabilidad”, “competitividad”, etc.
Echamos en falta
términos y conceptos humanitarios, sociales y de derechos inalienables:
no se garantiza nada, se “tratará de” que los alumnos que no tengan un
rendimiento adecuado cuenten con programas específicos que “mejoren sus
posibilidades” de continuar en el sistema. La sucesiva encadenación de
pruebas evaluadoras externas, ya aplicadas en algunas Comunidades
Autónomas sin respetar el derecho de los alumnos con necesidades
educativas especiales a realizarlas con adaptaciones ajustadas a sus
características, hace temer una derivación sistematizada a programas de
refuerzo separados del resto de los alumnos, o a la Formación
Profesional Básica, con menos contenidos pero en la que no se trabajará
ya sobre los déficits nucleares en la inteligencia socioemocional, las
habilidades sociales, y la función o inteligencia ejecutiva, que son los
verdaderos limitadores del “rendimiento académico”.
Con la
aprobación de esta ley, nos tememos que la sociedad española, que
todavía estaba recorriendo el camino hacia la inclusión y la igualdad,
se transforme en una sociedad con una enseñanza desigual; desigualdad de
currículos divergentes y devaluados desde las etapas más tempranas, con
reválidas y muchos consejos orientadores pero con pocos recursos
educativos de compensación de desigualdades. Por ello, solicitamos la
retirada de la reforma y un cambio de orientación que retome la senda de
la atención a la diversidad y la inclusión educativa.
Citando a
Enrique Javier Díez Gutiérrez, profesor de Didáctica y Organización
Escolar de la Universidad de León: <<Este prejuicio sin fundamento
es el que ha asentado, hasta épocas recientes, que a las personas con
diversidad psíquica o funcional no se las educaba, porque se consideraba
que era un esfuerzo inútil y un despilfarro de recursos, pues no tenían
“talentos aprovechables”. No podemos volver a prejuicios ya superados
sobre el modelo de los supuestos “talentos”, que considera la
inteligencia como algo innato e inamovible y que afirma, en contra de la
investigación y la experiencia en este campo profesional, que lo
adecuado es clasificar a las personas para dar a cada una vía diferente
según el juicio que alguien determina en edades tempranas de los niños y
niñas. Esto fue lo que llevó a determinar a temprana edad que Albert
Einstein no tenía talento y era un fracaso escolar. (…)>>.
Como cita la propia LOMCE, todos los alumnos tienen un sueño, todas las
personas jóvenes tienen talento, pero no todos pueden alcanzar ese
sueño sin respeto y sin apoyo.
FEDERACIÓN ASPERGER ESPAÑA (F.A.E.)
MADRID, A 15 DE JULIO DE 2013.
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