El día 17 de noviembre emprendimos de nuevo los talleres prácticos individualizados en Aspali sobre aprender a hacer historias sociales. En este taller varias madres hicieron una historia social para una problematica común; la adiccion por los juegos electronicos como las videoconsolas, internet etc.
Cada madre, conociendo sus circunstancias y a su hijo, enfocó cada historia por las particularidades de cada uno de ellos, o de las necesidades que podían motivarles a conseguir el objetivo.
Una de las madres se fue a los problemas que tiene su hijo en la vista, que van a más y que al niño le incomodan. Con esta Historia Social Activa que hay a continuación, su madre captó de qué forma podía ayudarle a entender a su hijo, de una manera visual, en qué podía perjudicarle estar demasiado tiempo en el ordenador. Se le aconsejó que, en la explicación, le quitara unos instantes las gafas para hacerlo más consciente de la necesidad que tenía de cuidar sus ojos:
Otra de las madres enfocó la historia para que aprendiera a compartir tiempo con ella y a la vez para darse tiempo ella misma también. Esta madre quería
utilizar un tiempo de ocio a la vez, es decir, mientras su hijo juega,
ella lee o hace lo que le gusta para, una vez termine el tiempo, dejar
los dos su afición y hacer las obligaciones del día, ayudando con su
propio ejemplo a su hijo para que cesara de utilizar su afición.
Otra de las madres necesitaba conseguir que de nuevo su hijo hiciese caso al temporizador cuando sonaba, dando fin al tiempo de juego. En este último caso buscamos qué podía motivarle a conseguirlo y tras preguntarle si al niño le afectaba que la gente no confiara en él me dijo: Uy sí!! el quiere que confien en él. Le afecta bastante que no lo hagan. Enfocándola entonces la historia por ese camino.
Haciendose conscientes, todas estas madres, que iban a trabajar un gusto personal que, como comenté en mi último libro: HISTORIAS SOCIALES ACTIVAS no era un tema fácil de encauzar y para el que se precisa mucha constancia y firmeza por parte de los padres, si desean ver los resultados que esperan, sabiendo que un momento de debilidad (dejarles más tiempo del acordado en sus aficiones con los juegos) puede echar por el suelo todo el trabajo realizado con ellos hasta aquel momento.
Con respecto a las otras mamás que asistieron al taller:
Una de ellas trabajaría el hecho de que su hija no la agobiara tanto en casa, pues pedía su atención cada segundo del día. Un trabajo que requiere paciencia e ir aunmentando el tiempo requerido por la madre para ella misma, poco a poco.
Otra mamá quería ayudar a su hijo con la actitud negativa que tiene a la hora de hacer deberes, creándole esta historia que me envió por e-mail, ya terminada, al día siguiente. Este es el segundo año de talleres para esta mamá y se ha notado en cuanto al rápido y positivo resultado:
Otra mamá expuso que su hijo iba a su cama buscando protección, en determinadas ocasiones, y quería trabajarle el hecho de que ya no lo hiciera más. Sin embargo, se comentó que esta medida la tomaba cuando algo le angustiaba, por lo que mi consejo fue que debía buscar el motivo de ese desasosiego y trabajarselo; pues para ayudarle había que ir a la base de su problema, es decir, a lo que le motiva a hacer lo que hace.
Aunque todos estos casos tienen como base la incomprensión, no es ésta la que está haciendo que la dificultad siga ahí, sino que se ha mezclado por entre los sentimientos como: gusto personal, ansiedad, sufrimiento, desgana etc. Lo que implica que los resultados del trabajo que realicemos con ellos puede ser más lento que en otro problema causado únicamente por una incomprensión puntual sobre algo.
Muchos de estos trabajos a realizar necesitan también apoyos de: economía de fichas, planificaciones, temporizador, historias sociales, clásicas o activas, etc.
QUÉ MÁS APRENDIMOS EN ESTE TALLER:
Que hay programas que apagan el ordenador cuando se termina el tiempo que hemos programado. (En el próximo taller nos diría la madre que lo comentó, qué programas son).
Que utilicemos su afición a los juegos interactivos para encauzarlos en la gran cantidad de juegos educativos que hay hoy en el mercado.
Que una de las madres asistentes ha creado un libro de las emociones para su hija que nos traerá para que lo veamos en el próximo taller (1 de diciembre en Aspali).
Que nuestros hijos requieren de un tiempo que, sí o sí, hemos de darles. (Y aunque esto todos lo sabemos, cuesta de asimilar realmente y proporcionarselo de verdad, sin quejas por nuestra parte).
Fuente: Blog de Aurora Garrigós
http://ayudandoamihijoacomprenderelmundo.blogspot.com
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